Hace cinco minutos que he terminado de leer este libro de Serge Marquis, autor al que no conocía antes de leerlo, y he de decir que es un libro realmente útil.
En él, el autor nos habla de Pensarín, ese hámster que todos tenemos en la cabeza dando vueltas constantemente, creando basupensamientos (pensamientos basura) que no nos llevan a ningún lado, que son totalmente inútiles, y que no nos dejan avanzar.
Este tipo de pensamientos, en muchas ocasiones, están centrados en el pasado o en el futuro, es decir, no se ciñen al momento presente, y cuando lo hacen, no es para bien, ya que los pocos casos en los que ocurre, según el autor, son casos que no hacen otra cosa que aportar desgracia a la persona que los vive o a la gente de su alrededor.
Es un tema delicado de tratar, pero reconozco que yo también he conocido a mi Pensarín particular, esa parte de mi mente que crea pensamientos que no deseo, inútiles en su inmensa mayoría, en lugar de dejar sitio a los pensamientos útiles y creativos.
Pensarín está identificado en el libro con la actividad mental-ego, es decir, nuestro ego, esa parte de nosotros que necesita atención, necesita cariño, necesita ser el centro de todo, y que cuando se siente en peligro, algo que en ocasiones ocurre, se dedica a darle vueltas a la rueda poniendo el turbo, creando pensamientos derrotistas, o pensamientos victimistas, según la ocasión.
La otra parte es la actividad mental-conciencia, es decir, cuando nos damos cuenta de lo que está haciendo Pensarín y de cómo está actuando, y de esa forma logramos ponerle freno.
Os pondré un ejemplo sobre el pensamiento que genera Pensarín:
Imaginad que estáis en el baño, y cuando acabáis de hacer vuestras necesidades... oh, sorpresa, no queda papel higiénico en el baño. En una ocasión así, Pensarín se indignaría muchísimo, y se dedicaría a pensar cosas como "Soy el único en esta casa capaz de cambiar el papel higiénico" o "Si no hago yo las cosas no las hace nadie". Porque, ¿a quién no le ha pasado encontrarse sin papel higiénico en el baño en un momento dado porque a la persona que lo ha usado antes se le ha olvidado reponerlo? Pero no por eso vamos a demonizar ni a matar a esa persona, ¿no? Con reponerlo nosotros hay bastante.
Pues de asuntos como este se habla en el libro, de cómo debemos frenar a Pensarín cuando se embala, cuando pone el turbo en su rueda, o cuando ya campa a sus anchas por el exterior de su jaula, haciendo lo que le viene en gana. Porque sí, eso también ocurre a veces.
El libro trata también otros temas sobre los que este "gracioso" hámster también actúa, como son el abandono por parte de una pareja, o la muerte de un ser querido, o también, por qué no, el servicio de un camarero en un bar, porque eso también puede sacar de quicio a Pensarín y hacerle ponerse a dar vueltas en su rueda de creación de basupensamientos.
En fin, que es un libro que os recomiendo si os interesan este tipo de lecturas, como es mi caso. En mi caso le doy una puntuación de 8/10, ya que es un libro ameno de leer, con muchos ejemplos y casos prácticos, y algunos ejercicios para realizar cada uno en su propia vida. Si tenéis oportunidad, leedlo. No os arrepentiréis.
Interesante. Una muy buena manera de ir hacia lo positivo.
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